Ser coquetas es un arte que a todas sé nos da muy bien, pero alguna vez te has preguntado ¿Qué hay detrás de eso? será la empatía o la química que tenemos cuando alguien nos llama la atención. No es necesario hacer un recuento histórico con fechas, para entender que las feromonas se ocultan detrás de esta acción.

Las feromonas son moléculas sencillas (sin compuestos adicionales) secretadas por múltiples órganos que procesan esta sustancia altamente volátil liberada al medio ambiente. De ahí, que puedan ser percibidas por el sistema olfativo de los individuos de la misma especie, sin embargo, el genoma humano está diseñado para detectar estímulos olfatorios sólo en un 1%. No obstante, esta porción genera un cambio en el comportamiento. 

Es preciso señalar que, el órgano vomeronasal está situado en la nariz, y es la estructura donde se localizan los receptores que detectan las feromonas ¿Y entonces cómo actúan en nuestra conducta? A través del lenguaje corporal, este concepto se entiende como un conjunto de señales que emite un cuerpo hacia, el o los, sujetos receptores. Dice Guevara, que el ejercicio del lenguaje corporal, funciona de la misma manera que el lenguaje sensorial, y se expresa con señales quimiosensoriales presentes en cosmética. 

Las feromonas se producen de manera sintética en laboratorios tanto para hombres como para mujeres, lo que permite acceder a diferentes productos en el mercado como labiales, ungüentos, aceites y lociones. Productos simples, amenos y además,  hacen parte del cuidado corporal. Algunos beneficios de usar feromonas: son de fácil aplicación, en muchas ocasiones solo debes agregar el concentrado a tu loción favorita, son comestibles (labiales y brillos), son a base de agua y no manchan tus prendas, no generan irritaciones y por último pero no menos importante despiertan la atracción sexual del género opuesto. 

Incluirlas en la rutina diaria definitivamente es un aditamento con beneficios extra, que nunca pasarán de moda.  Por esta razón, concuerdo con Guevara en la conclusión de tu tesis la atracción sexual entra por los ojos, pero que para que ocurra “la química entre los sexos”, la responsabilidad les corresponde a las feromonas. Esta aseveración es susceptible de ser comprobada cuando una persona se siente atraída por otra.